viernes, 4 de octubre de 2013

Un Mal Trinche Malinche

     Mahatma Ghandi, jugador de fútbol profesional brasilero. Comenzó su carrera en su país natal, proveniente de la segunda favela más grande de Río de Janeiro, llego a la primera categoría del Brasileirao a edad relativamente tardía; con una extensa trayectoria en la tercera división, a la cual cortejo desde sus revoltosos 15 años, saltó al primer equipo del Botafogo a los 24 años, convocado por Caruz Lombardinho.
     Aquella temporada 2008-2009, fueron días para el olvido de cada simpatizante del equipo hoy comandado por el holandés Clarence Seedorf, he aquí semejante paradoja. Pero en ese mismo año cambio la vida del lateral defensivo izquierdo, de la favela a la bella, Ghandi llegó a la segunda división del Scudetto italiano. El entrenador boliviano Iván Soto lo llamo para defender la banda izquierda del Pescara.
     Al contrario de lo sucedido en Brazil, Mahatma convivió en Italia con el momento histórico más importante del club del delfín, con su llegada (no trascendente para el equipo) y la de Soto (boliviano que, como todos ya conocemos, revolucionó el fútbol) el Pescara escaló a la primer división, y en unos magníficos e inolvidables dos años obtuvo la copa italiana y el mismísimo Scudetto.
     No podemos dejar de exclamar con vehemencia que Soto le dio todo a Mahatama Ghandi, mientras este un día decidió no renovar su contrato, apelando a un llamado de Mourinho, técnico del Real Madrid en su momento, para formar parte del club merengue. Soto sin muchas vueltas lo dejo ir (llegaría en su remplazo Assou-Ekotto), renunciando el brasilero al proyecto más asombroso de la historia del fútbol mundial después del Huracán de Cappa, "los ángeles de Cappa".
     El lateral que habría tomado el nombre del pacifista quedó libre, y sin llamado alguno se sumó en el olvido, siendo un "Lalo" Maradona cuando pudo ser un Oliver Atom.

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